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¡Hola a todos! Somos Top 3D Shop, y hoy os hablaremos de las impresoras 3D industriales, cubriendo las principales tecnologías, sus características y los modelos más destacados.

Con más de 30 años, la impresión 3D ha recorrido un largo camino desde las máquinas de laboratorio para investigación hasta las herramientas domésticas para usar en el garaje.

El rápido desarrollo permite no sólo utilizar las impresoras 3D como un hobby, sino establecer nuevos negocios y fabricar productos de alta calidad más rápido y a menor coste.

¿Qué cambia en el mundo industrial? ¿Qué distingue a las impresoras 3D industriales de sus homólogas de consumo? ¿Cómo saber que una solución de impresión 3D beneficiará a tu empresa? Averigüémoslo.

Hay varias cuestiones a considerar antes de elegir una impresora 3D industrial. Si lo que necesitas es imprimir mucho a menor coste, imprimir en gran tamaño, con precisión y rapidez, o imprimir en materiales de calidad industrial con un tiempo de inactividad mínimo.

No hace mucho, la principal tecnología para fabricar piezas de plástico era el moldeo por inyección. La aparición y el desarrollo de la fabricación aditiva hicieron que el prototipado rápido y la producción de lotes pequeños y medianos fueran accesibles para muchas industrias. Pero, ¿qué pasa si el diseño está listo pero los costes de producción están limitados por el presupuesto? ¿Puede la impresión 3D permitir ahorrar costes? En pocas palabras, ¡sí!

Con el moldeo por inyección, hay que tener en cuenta el coste inicial, que es el coste del molde, que llega a unos cuantos miles de dólares. Además, se tarda bastante tiempo en cortar el molde, mientras que con la impresión 3D puedes empezar la producción en cuanto el diseño esté listo. El coste por pieza suele ser mayor con la impresión 3D, pero si el volumen no supera unos miles de piezas, será más rentable que el moldeo por inyección, teniendo en cuenta el coste del molde.

Otra ventaja de la impresión 3D es la libertad de investigación y diseño pudiendo realizar cambios sin coste adicional (mientras que el diseño de cada pieza requeriría un nuevo molde con la tecnología convencional).

Las impresoras 3D industriales normalmente tienen volúmenes de construcción más amplios que los dispositivos de consumo. Esto resulta muy útil, ya que permite imprimir objetos grandes o varias piezas pequeñas a la vez, ahorrando así tiempo y dinero. Algunas máquinas de gran formato cuentan con enormes volúmenes de construcción de 1 x 1 x 1 m y más.

Además las impresoras 3D industriales cuentan con hardware de alta calidad y tecnologías punta que garantizan una velocidad de producción decente junto con una impresión de alta resolución coherente. Los fabricantes de máquinas industriales suelen ofrecer software de corte específico y una gama de consumibles patentados para proporcionar la mejor calidad posible.

La elección de los materiales para la impresión 3D viene determinada por la tecnología del dispositivo. Las impresoras FDM utilizan bobinas de filamentos, mientras que la SLA utilizan resinas líquidas. El material para las impresoras SLS es polvo de polímero sinterizado por láser. Estos materiales se utilizan tanto en la impresión 3D de consumo como en la industrial, y la diferencia está en los materiales admitidos. Los modelos básicos imprimen con los tipos más comunes, lo que suele ser suficiente para la mayoría de los proyectos de consumo.

Las máquinas industriales tienen una gama más amplia de materiales compatibles. Las impresoras FDM industriales, por ejemplo, pueden trabajar con filamentos de alta temperatura, como PEEK o Ultem, y también con filamentos rellenos de fibra de carbono o vidrio. Las impresoras 3D de metal también ayudan cuando se trata de fabricación industrial. Además hay dispositivos que utilizan materiales específicos, como la Delta WASP 40100 Clay, diseñada para trabajar con cerámica.